1El rey impuso tributos en todo su reino, que se extiende por tierra y por mar. 2Su poder, su valor, su riqueza y el esplendor de su reino están escritos en el libro de los anales de los reyes de Persia y de Media. 3Mardoqueo reemplazaba al rey Artajerjes, y fue un gran personaje en el reino y muy respetado entre los judíos. Su manera de vivir le ganó el aprecio de toda su nación.]
3aMardoqueo dijo: «Dios es el que ha hecho todo esto. 3bAhora me acuerdo del sueño que tuve, que se refería a estas cosas. Nada dejó de cumplirse: 3cel pequeño manantial que se convertía en un río, la luz, el sol y la gran cantidad de agua. El río es Ester, con la cual se casó el rey y a la que hizo reina. 3dLos dos dragones somos Amam y yo. 3eLas naciones son aquellos que se juntaron para destruir a los judíos. 3fMi nación son los israelitas, que elevaron su voz a Dios y fueron salvados. Verdaderamente, el Señor ha salvado a su pueblo; el Señor nos ha librado de todos estos males, haciendo grandes milagros y prodigios, como nunca se han visto entre las otras naciones. 3gPorque Dios preparó dos suertes, una para su pueblo y otra para las demás naciones. 3hDespués vino el día, la hora y el momento en que estas dos suertes debían ser sacadas, cuando Dios iba a juzgar a todas las naciones. 3iY Dios se acordó de su pueblo, de Israel, que es su propiedad, y le hizo justicia. 3jPor eso los israelitas celebrarán los días catorce y quince del mes de Adar reuniéndose con alegría y gozo delante de Dios. Y así se hará siempre, por todas las generaciones, en Israel, el pueblo de Dios.»
3kEn el año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que afirmó ser sacerdote de la tribu de Leví, y Tolomeo su hijo, trajeron la citada carta acerca de la fiesta de Purim. Afirmaron que era auténtica y que la había traducido Lisímaco, hijo de Tolomeo, quien vivía en Jerusalén.