SALMO 57 (56)
Oración en que se pide la ayuda divina
(Sal 108.1-5[2-6])
1 (1) Del maestro de coro. «No destruyas». Poema de David, cuando huyó de Saúl y se escondió en la cueva.
1 1 (2) Ten compasión de mí, Dios mío, ten compasión de mí,
pues en ti busco protección.
Quiero protegerme debajo de tus alas
hasta que el peligro haya pasado.
2 2 (3) Voy a clamar al Dios altísimo,
al Dios que en todo me ayuda.
3 3 (4) Él enviará desde el cielo su amor y su verdad,
y me salvará de quienes con rabia me persiguen.
4 4 (5) Tendido estoy, por el suelo,
entre leones que se comen a la gente;
sus dientes son como lanzas y flechas,
su lengua es una espada afilada.
5 5 (6) Dios mío, tú estás por encima del cielo.
¡Tu gloria llena toda la tierra!
6 6 (7) Mis enemigos me pusieron una trampa
para doblegar mi ánimo;
hicieron un hoyo a mi paso,
pero ellos mismos cayeron en él.
7 7 (8) Mi corazón está dispuesto, Dios mío,
mi corazón está dispuesto a cantarte himnos.
8 8 (9) Despierta, alma mía;
despierten, arpa y salterio;
¡despertaré al nuevo día!
9 9 (10) Te alabaré con himnos, Señor,
en medio de pueblos y naciones.
10 10 (11) Pues tu amor es grande hasta los cielos;
tu lealtad alcanza al cielo azul.
11 11 (12) Dios mío, tú estás por encima del cielo.
¡Tu gloria llena toda la tierra!