SALMO 79 (78)
Dolor ante la destrucción de Jerusalén
1a (1a) Salmo de Asaf.
1 1 (1b) ¡Oh Dios,
los paganos han invadido tu propiedad!
¡Han profanado tu santo templo
y han convertido en ruinas a Jerusalén!
2¡Han dejado los cadáveres de tus siervos,
de los que te fueron fieles,
para que sirvan de alimento
a los buitres y a los animales salvajes!
3Como agua han derramado su sangre
por toda Jerusalén,
y no hay quien los entierre.
4Somos la burla de nuestros vecinos;
el hazmerreír de cuantos nos rodean.
5Oh Señor,
¿hasta cuándo estarás enojado?
¿Arderá siempre tu enojo como el fuego?
6¡Descarga tu furia sobre los reinos paganos
que no te conocen ni te invocan!
7Porque ellos devoraron a Jacob
y convirtieron en ruinas el país.
8No nos hagas pagar a nosotros
por la maldad de nuestros antepasados;
¡que venga tu ternura pronto a nuestro encuentro,
porque estamos abatidos!
9Oh Dios, Salvador nuestro,
¡ayúdanos, líbranos y perdónanos,
por la gloria de tu nombre!
10No tienen por qué decir los paganos:
«¿Dónde está su Dios?»
¡Permítenos ver vengada la muerte de tus siervos!
¡Que los paganos también lo sepan!
11Atiende las quejas de los presos,
y salva con tu gran poder
a los sentenciados a muerte.
12Oh Señor,
véngate siete veces de nuestros vecinos
por las ofensas que te han hecho;
13y nosotros, que somos tu pueblo,
que somos ovejas de tus prados,
gracias te daremos siempre,
¡cantaremos tus alabanzas por todos los siglos!