El paso del Mar Rojo
1Pero los impíos sufrieron el castigo en todo su rigor,
porque tú sabías de antemano lo que iban a hacer:
2iban a dejar salir a tu pueblo, urgiéndolo a que se fuera,
para luego, cambiando de parecer, perseguirlo.
3Cuando todavía estaban de luto
y lloraban junto a las tumbas de sus muertos,
tuvieron la insensata idea
de perseguir a tu pueblo, como si estuviera huyendo,
después de haberle suplicado que se fuera.
4El castigo que habían merecido
los llevó a este extremo
y les hizo olvidar lo sucedido;
por esto, sufrieron los tormentos
que faltaban todavía para completar el castigo.
5Así, mientras tu pueblo realizaba un maravilloso viaje,
ellos encontraron la muerte fuera de su patria.
6Toda la creación, obedeciendo tus órdenes,
cambió por completo su naturaleza,
para que tus hijos no sufrieran daño alguno.
7Se vio la nube cubrir con su sombra el campamento,
y donde antes había agua, surgir la tierra seca;
en el Mar Rojo apareció un camino despejado,
y una verde llanura entre las impetuosas olas.
8Por allí pasó todo al pueblo, protegido por tu mano,
presenciando prodigios asombrosos.
9Parecían caballos que pastaban,
saltaban de alegría como corderitos
y te alababan a ti, Señor, que los habías librado.
10Porque todavía recordaban lo que había sucedido
en aquel país donde habían estado desterrados:
cómo la tierra, en vez de ganado, produjo mosquitos,
y el río, en vez de peces, innumerables ranas.
11Más tarde vieron una nueva manera de nacer las aves:
cuando acosados por el hambre
pidieron alimentos delicados,
12las codornices salieron del mar, para satisfacerlos.
Egipto es más culpable que Sodoma
13Los castigos cayeron sobre esa nación pecadora,
después de haber sido anunciados por violentos truenos.
Ellos sufrieron justamente, por su maldad,
pues habían mostrado un odio cruel hacia los extranjeros.
14Los habitantes de Sodoma no acogieron
a personas deconocidas que llegaron a su ciudad.
Pero los egipcios convirtieron en esclavos
a extranjeros que estaban prestándoles servicios.
15Los de Sodoma fueron castigados
por haber recibido a los extranjeros como enemigos.
16Pero los egipcios, después de haber recibido cordialmente a los israelitas,
y cuando estos ya gozaban de iguales derechos,
los maltrataron sometiéndolos a trabajos forzados.
17Por esto fueron heridos de ceguera,
como los de Sodoma a la puerta de Lot, hombre justo;
quedaron envueltos en tan densa oscuridad
que cada cual buscaba a tientas la puerta de su propia casa.
Transformación de la naturaleza
18Los elementos de la naturaleza cambiaron sus propiedades,
del mismo modo que, en un instrumento de cuerdas,
las notas pueden variar el ritmo,
conservando el mismo tono.
Y esto puede deducirse de los siguientes hechos:
19los seres terrestres pudieron pasar por el agua,
y los animales que nadan salieron a la tierra;
20el fuego se hizo más intenso en el agua,
y esta perdió su propiedad de apagarlo.
21Las llamas no quemaban
a los débiles animales que pasaban por ellas,
ni derretían el maná caído del cielo,
tan fácil de derretir, por su semejanza a la escarcha.
22¡En todo, Señor,
has hecho grande y glorioso a tu pueblo;
nunca ni en ningún lugar
dejaste de ayudarlo!