Elifaz reprende a Job
1Respondió Elifaz, el temanita, y dijo:
2«¿Responderá el sabio con vana sabiduría
y llenará su vientre de viento del este?
3¿Disputará con palabras inútiles
y con razones sin provecho?
4Tú también destruyes el temor a Dios,
y menoscabas la oración delante de él.
5Por cuanto tu boca ha revelado tu iniquidad,
habiendo escogido el hablar con astucia,
6tu propia boca te condenará, no yo;
y tus labios testificarán contra ti.
7»¿Acaso naciste tú antes que Adán?
¿Fuiste formado antes que los collados?
8¿Oíste tú acaso el secreto de Dios?
¿Está limitada a ti la sabiduría?
9¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos?
¿Qué entiendes tú que nosotros no entendamos?
10Cabezas canas hay entre nosotros, y hombres muy ancianos,
mucho más avanzados en días que tu padre.
11¿En tan poco tienes el consuelo que viene de Dios
y las amables palabras que se te dicen?
12¿Por qué tu corazón te arrebata
y por qué guiñan tus ojos,
13para que contra Dios vuelvas tu espíritu,
y lances tales palabras por tu boca?
14¿Qué cosa es el hombre para que sea puro,
para que se justifique el nacido de mujer?
15Dios en sus santos no confía,
y ni aun los cielos son puros delante de sus ojos;
16¿cuánto menos el hombre, este ser abominable y vil
que bebe la iniquidad como agua?
17»Escúchame, pues yo te voy a mostrar
y a contar lo que he visto,
18lo que los sabios nos contaron
de sus padres, y no lo ocultaron:
19que únicamente a ellos fue dada la tierra,
y que ningún extraño pasó por en medio de ellos.
20Todos sus días, el impío es atormentado de dolor,
y el número de sus años le está escondido al violento.
21Estruendos espantosos resuenan en sus oídos,
y en la prosperidad el asolador vendrá sobre él.
22Él no cree que volverá de las tinieblas,
y está descubierto frente a la espada.
23Vaga errante, tras el pan, diciendo: “¿Dónde está?”
Sabe que le está preparado el día de tinieblas.
24Tribulación y angustia lo turban,
y se lanzan contra él como rey dispuesto para la batalla,
25por cuanto él extendió su mano contra Dios
y se portó con soberbia contra el Todopoderoso.
26Corrió contra él con el cuello erguido,
tras la espesa barrera de sus escudos.
27Aunque la grasa cubra su rostro
y haga pliegues en sus costados,
28habitará en ciudades asoladas,
en casas desiertas y en ruinas.
29No prosperará, ni durarán sus riquezas,
ni extenderá sus bienes por la tierra.
30No escapará de las tinieblas,
la llama secará sus ramas
y perecerá con el aliento de la boca de Dios.
31No confíe el iluso en la vanidad,
porque ella será su recompensa.
32Él será cortado antes de tiempo
y sus renuevos no reverdecerán.
33Como la vid, perderá sus uvas antes de madurar,
y esparcirá su flor como el olivo.
34Porque la reunión de los impíos será asolada
y el fuego consumirá la casa del que soborna.
35Concibieron dolor, dieron a luz iniquidad
y en sus entrañas traman engaño.»