Amán es ahorcado
1El rey fue con Amán al banquete de la reina Ester.
2En el segundo día, mientras bebían vino, el rey le preguntó a Ester:
«¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Qué es lo que pides? Aunque pidas la mitad del reino, te será otorgada.»
3La reina Ester respondió:
«Si en verdad soy del agrado de Su Majestad, y si a Su Majestad le parece bien, mi petición es que se me conceda la vida de mi pueblo y mi propia vida.
4Porque a mi pueblo y a mí se nos ha vendido. ¡Se nos quiere destruir, matar y exterminar! Si se nos hubiera vendido para ser esclavos y esclavas, me callaría; pero nuestra muerte será para Su Majestad un daño irreparable.»
5Como respuesta, el rey Asuero le preguntó a la reina Ester:
«¿Quién es, y dónde está, el que ha abrigado en su corazón hacer tal cosa?»
6Ester dijo:
«El enemigo y adversario es este malvado Amán.»
Entonces Amán se trastornó ante el rey y la reina.
7Lleno de ira, el rey se levantó del banquete y se fue al huerto del palacio, mientras que Amán se quedó para suplicarle a la reina Ester que le perdonara la vida, pues se dio cuenta del peligro que corría por el enojo del rey.
8Cuando el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, y vio que Amán estaba recostado sobre el lecho donde estaba Ester, le dijo:
«¿Acaso quieres también violar a la reina en mi propia casa?»
Al proferir el rey estas palabras, le cubrieron el rostro a Amán.
9Entonces Jarboná, que era uno de los eunucos del rey, dijo:
«En la casa de Amán hay una horca de más de veinte metros de altura. La mandó hacer Amán para colgar a Mardoqueo, que fue quien habló en favor del rey.»
Y el rey ordenó:
«¡Cuelguen de ella a Amán!»
10Y así Amán fue colgado en la horca que había mandado preparar para Mardoqueo. Con esto, la ira del rey se calmó.