1 1 (2) Son cada vez
más mentirosos y violentos.
Hacen pactos con Asiria,
y envían regalos a Egipto;
¡y hasta piensan que del desierto
les puede llegar ayuda!»
Habla el profeta
2 2 (3) Oseas le dijo al pueblo:
«Dios ha iniciado un juicio
contra el pueblo de Israel;
va a castigar su mala conducta.
3-4 3-4 (4-5) »Desde antes de nacer
Jacob, el antepasado de ustedes,
engañó a su hermano;
y cuando llegó a ser hombre
Dios se le apareció en Betel.
Allí Jacob luchó con un ángel,
¡y consiguió vencerlo!
Luego, con lágrimas en los ojos,
le pidió a Dios que lo perdonara,
y Dios lo perdonó.
5 5 (6) »¡Nuestro Dios
es el Dios todopoderoso!
6 6 (7) Por eso, israelitas,
pídanle a Dios que los perdone,
actúen con amor y con justicia,
y confíen siempre en su Dios».
Habla Dios
7-8 7-8 (8-9) Dios le dijo al pueblo:
«Israelitas,
ustedes son como los comerciantes
que engañan a sus clientes:
¡les gusta usar pesas falsas!
Se creen muy ricos
y que tienen grandes riquezas;
piensan que nadie puede probar
que todo se lo han robado.
9 9 (10) »Pero yo soy su Dios
desde que estaban en Egipto,
y los haré vivir de nuevo en carpas,
como cuando andaban en el desierto.
10 10 (11) Yo les he hablado muchas veces
por medio de mis profetas.
11 11 (12) »¡Los israelitas que viven en Galaad,
son gente malvada!
Van a Guilgal, y allí matan toros
para ofrecerlos a sus dioses;
¡pero yo los destruiré por completo!
¡Sus altares quedarán en ruinas!
¡Quedarán esparcidos por el campo!»
Habla el profeta
12 12 (13) Oseas dijo:
«Jacob, antepasado de ustedes,
huyó al país de los arameos
y allí, para conseguir esposa,
trabajó como pastor de ovejas.
13 13 (14) Por medio de un profeta,
Dios cuidó de los israelitas
y los sacó de Egipto.
14 14 (15) Pero ahora los israelitas
han hecho enojar a Dios,
por eso los castigará.
¡Les hará pagar sus crímenes
y toda la maldad que han cometido!