La muerte de la gente buena
1Isaías dijo:
«Muere la gente honrada
y a nadie le llama la atención;
desaparece la gente buena
y nadie entiende que la muerte
los libra de sus males.
2Ellos me obedecieron en todo
y ahora descansan en paz».
Contra el culto de los ídolos
3Dios dijo:
«Y ustedes, gente infiel,
que adora a los ídolos,
acérquense y presten atención.
4¿De quién se burlan ustedes?
¿A quién le sacan la lengua?
Ustedes son hijos del pecado;
son gente mentirosa.
5Debajo de los robles
y de todo árbol verde
tienen relaciones sexuales
para adorar a dioses falsos;
junto a los arroyos
y en las cuevas de las rocas
sacrifican niños en su honor.
6»Ustedes, los israelitas,
prefieren adorar
las piedras lisas del arroyo;
a ellas les han llevado
ofrendas de vino y de cereales.
Y después de todo esto,
¿esperan verme contento?
7»Sobre un monte alto y empinado
tendieron sus camas,
y allí subieron a ofrecer sacrificios.
8Detrás de las puertas de sus casas
colocaron sus dioses falsos,
se olvidaron de mí, y los adoraron;
hicieron pactos con otras naciones
mientras adoraban a esos ídolos.
9»Van corriendo hacia el dios Mélec,
llevando aceite y muchos perfumes;
hasta buscan consejo
de los espíritus de los muertos.
10Caminan y caminan
para adorar a sus dioses,
y parecen no cansarse.
¿Para qué tantas peregrinaciones,
si todo eso es inútil?
11¿Quiénes son esos dioses
que tanto los asustan,
para que me sean infieles
y me olviden por completo?
»Cuando ustedes no me adoraban,
yo me quedaba callado
y cerraba los ojos.
12Pero ahora voy a denunciar
todo lo que están haciendo.
Todas sus obras
no les servirán de nada.
13Cuando griten pidiendo auxilio,
esos ídolos no los ayudarán
ni los librarán.
El viento se los llevará;
de un soplo desaparecerán.
En cambio, el que se refugia en mí,
heredará la tierra y vivirá en Jerusalén.
Yo soy el Dios todopoderoso».
Castigo y curación de Israel
14Entonces Dios dijo:
«¡Abran paso, abran paso,
preparen un camino llano,
para que pase mi pueblo!
15Porque yo soy el Dios eterno
y mi nombre es santo.
Yo vivo en un lugar alto y sagrado,
pero también estoy con los pobres
y animo a los afligidos.
16»Pueblo mío,
no siempre voy a acusarte,
ni estaré enojado todo el tiempo.
Yo mismo te hice,
y no quiero que
te desanimes.
17»Israel, a causa de tu pecado
por un tiempo estuve enojado contigo;
entonces te castigué y me alejé de ti.
Pero ustedes los israelitas
se pusieron muy caprichosos
y se rebelaron contra mí.
18Yo he visto su desobediencia,
pero les quitaré su rebeldía
y les daré descanso.
A todos los que están tristes
19los haré entonar
este canto de acción de gracias:
“¡Paz al que está lejos,
paz al que está cerca!
¡Yo perdonaré a mi pueblo!
20Pero los malvados
son como un mar agitado
que no se puede calmar;
sus olas arrastran barro y suciedad.
21¡No pueden vivir en paz!”
»Les juro que así es».