(1a) Himno de David.
1 1 (1b) Dios es mi protector,
¡no me digan que huya a los cerros,
como si fuera un pájaro!
2Fíjense en los malvados:
se esconden en las sombras,
y esperan a la gente honrada,
para atacarla cuando pase.
3¡Si este mundo parece estar
bajo el control de los malvados,
qué puede hacer la gente honrada!
4-5Pero Dios está en su santo templo;
desde su palacio celestial
vigila a la humanidad entera.
Dios pone a prueba a los justos;
él mismo los examina,
pero odia con toda su alma
a los malvados y a los violentos.
6Sobre ellos dejará caer
una lluvia de brasas de fuego
y de azufre encendido.
¡Un viento caliente los acabará!
7Dios es justo de verdad,
y ama la justicia;
¡por eso la gente honrada
habrá de verlo cara a cara!
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