Alabanzas a Dios
SALMO 135 (134)
1¡Alabemos a Dios!
¡Alábenlo ustedes,
los que lo obedecen!
2¡Alábenlo ustedes,
que siempre están en los patios
del templo de nuestro Dios!
3¡Alabemos a Dios
porque él es bueno!
¡Cantémosle himnos,
porque él es bondadoso!
4¡Nuestro Dios eligió a Israel
para que siempre fuera su pueblo!
5Yo sé que nuestro Dios,
es más poderoso que todos los dioses.
6Dios hace lo que quiere
en el cielo y en la tierra,
en el mar y en sus profundidades.
7Dios nos trae las nubes
desde lo más lejano de la tierra.
Dios nos manda los relámpagos
que anuncian la lluvia.
Dios saca el viento
del lugar donde lo tiene guardado.
8-9En Egipto hirió de muerte
al hijo mayor de cada familia;
también les quitó la vida
a las primeras crías de los animales.
Hizo señales y milagros
contra el faraón y sus oficiales,
10hirió de muerte a muchos pueblos,
y acabó con reyes poderosos:
11acabó con Sihón, el rey amorreo;
acabó con Og, el rey de Basán;
¡acabó con todos los reyes cananeos!
12A su pueblo Israel le entregó
las tierras de esos reyes
para que fueran suyas para siempre.
13Dios mío,
¡tú vives para siempre!
14Tú defiendes a tu pueblo
y le tienes compasión.
15Los dioses de otros pueblos
son hechura humana;
¡son ídolos de oro y plata!
16De nada les sirve tener boca,
porque no pueden hablar;
tienen ojos, pero no pueden ver;
17tienen orejas, pero no pueden oír;
¡ni siquiera pueden respirar!
18¡Pues iguales a esos ídolos
son quienes los hacen
y quienes creen en ellos!
19Israelitas, ¡bendigan a Dios!
Sacerdotes, ¡bendigan al Dios de Israel!
20Levitas, ¡bendigan a Dios!
Ustedes, los que lo obedecen,
¡bendigan al Dios de Israel!
21¡Alabemos a nuestro Dios,
el Dios que vive en Jerusalén!
¡Alabémoslo!