(1a) Poema de David.
1 1 (1b) Cuídame, Dios mío,
porque en ti busco protección.
2Yo te he dicho:
«Tú eres mi Dios;
todo lo bueno que tengo,
lo he recibido de ti.
Sin ti, no tengo nada».
3La gente de mi pueblo,
que solo a ti te adora,
me hace sentir feliz.
4Pero quienes adoran ídolos
sufrirán en gran manera.
¡Jamás rendiré culto a los ídolos!
¡Jamás les presentaré ofrendas!
5Tú eres mi Dios,
eres todo lo que tengo;
tú llenas mi vida
y me das seguridad.
6Gracias a ti,
la herencia que me tocó
es una tierra muy bella.
7Yo te bendigo
por los consejos que me das;
tus enseñanzas me guían
en las noches más oscuras.
8Yo siempre te tengo presente;
si tú estás a mi lado,
nada me hará caer.
9Por eso estoy muy contento,
por eso me siento feliz,
por eso vivo confiado.
10¡Tú no me dejarás morir
ni me abandonarás en el sepulcro,
pues soy tu fiel servidor!
11Tú me enseñaste a vivir
como a ti te gusta.
¡En tu presencia soy muy feliz!
¡A tu lado soy siempre dichoso!
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