1Dios mío,
tú sabes que soy inocente,
defiéndeme de los que no te aman,
pues solo mienten y hacen lo malo.
2Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazaste?
¿Por qué debo andar triste
y perseguido por mis enemigos?
3Que tu verdad sea nuestra luz
y nos guíe hasta tu templo,
el lugar donde tú vives.
4Así me presentaré ante tu altar,
y allí te alabaré
con música de arpas,
pues tú eres mi Dios,
¡tú me llenas de alegría!
5¡No hay razón
para que me inquiete!
¡No hay razón
para que me preocupe!
¡Pondré mi confianza
en Dios mi salvador!
¡Solo a él alabaré!
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