Dios no cambia: Día 2

Las palabras de los seres humanos son inestables, sujetas a cambio constante. Cada uno de nosotros muchas veces ha tenido que cambiar de opinión, retractarse de algo que dijo o modificar un plan que había propuesto porque ya no reflejaba nuestro pensamiento. Pero no sucede eso con la Palabra de Dios. Lo que Dios dijo, permanece; y lo que Dios se propuso hacer, lo lleva adelante.

Podemos confiar en que Dios es fiel a todas las  promesas, propósitos, requerimientos y exigencias que encontramos en su Palabra. Porque Dios nunca cambia… su Palabra no cambia.