Sociedad Biblica Argentina

Navidad - Día3

Texto(s) de la Biblia

Isaías 9

Nacimiento y reinado del Mesías

1Pero no siempre habrá oscuridad para la que ahora está angustiada. En los primeros tiempos las regiones de Zabulón y Neftalí fueron afligidas, pero en los últimos tiempos se llenará de gloria el camino del mar, al otro lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.

2El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sí, la luz resplandeció para los que vivían en un país de sombras de muerte.

3Tú aumentaste el regocijo, y acrecentaste la alegría. En tu presencia se alegrarán, como se alegran durante la siega; como se regocijan cuando se reparten el botín.

4Tú quebraste el yugo y la vara que pesaban sobre sus hombros, y el cetro que los oprimía, como en el día de Madián.

5¡Quemado será todo calzado que lleva el guerrero en el fragor de la batalla! ¡Pasto para el fuego será todo manto revolcado en sangre!

6Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será «Consejero admirable», «Dios fuerte», «Padre Eterno» y «Príncipe de paz».

7La extensión de su imperio y la paz en él no tendrán límite. Reinará sobre el trono de David y sobre su reino, y lo afirmará y confirmará en la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. Esto lo hará el celo del Señor de los ejércitos.

San Lucas 1

Profecía de Zacarías

67Lleno del Espíritu Santo, Zacarías, su padre, profetizó:

68«Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha venido a redimir a su pueblo.

69Nos ha levantado un poderoso Salvador

en la casa de David, su siervo,

70tal y como lo anunció en el pasado

por medio de sus santos profetas:

71“Salvación de nuestros enemigos,

y del poder de los que nos odian.”

72Mostró su misericordia a nuestros padres,

y se acordó de su santo pacto,

73de su juramento a nuestro padre Abrahán:

Prometió que nos concedería

74ser liberados de nuestros enemigos,

para poder servirle sin temor,

75en santidad y en justicia

todos nuestros días delante de él.

76Y a ti, niño, te llamarán “Profeta del Altísimo”,

porque irás precediendo al Señor

para preparar sus caminos.

77Darás a conocer a su pueblo la salvación

y el perdón de sus pecados,

78por la entrañable misericordia de nuestro Dios.

La aurora nos visitó desde lo alto,

79para alumbrar a los que viven en tinieblas

y en medio de sombras de muerte;

para encaminarnos por la senda de la paz.»

San Lucas 1:67-79RVRCAbrir en el lector de la Biblia

San Mateo 4

Jesús principia su ministerio

12Cuando Jesús se enteró de que Juan estaba preso, volvió a Galilea,

13pero se retiró de Nazaret y se estableció en Cafarnaún, ciudad marítima en la región de Zabulón y de Neftalí,

14para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:

15«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,

Camino del mar, al otro lado del Jordán,

Galilea de los gentiles;

16El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;

a los que vivían en región de sombra de muerte,

les resplandeció la luz.»

17Desde entonces Jesús comenzó a predicar, y decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.»

San Mateo 4:12-17RVRCAbrir en el lector de la Biblia

UN NIÑO COMO NINGÚN OTRO. 

Las palabras de Isaías pudieron ser tomadas con escepticismo. El pueblo enfrentaba una invasión potencial por parte de Asiria que les causaba una angustia inmensa. Las autoridades aumentaban la desesperanza al sembrar el caos producto de sus propias maquinaciones y alianzas políticas fallidas.

El mensaje era desafiante porque declaraba que Dios es el Señor de la historia.Por eso Isaías señala que, desde los extremos oscuros de las tinieblas y las sombras de muerte, surgirá una luz resplandeciente y una alegría abundante. Un regocijo que no surgirá por ellos, sino por la «presencia» de Dios y la victoria divina absoluta sobre el opresor (9:3-4).

Esta victoria completa tiene una garantía sorprendente. Isaías anuncia la llegada de un «Niño», pero no un humano cualquiera, sino el Mesías, el Redentor prometido, el Dios Soberano hecho hombre. En completa oposición a todos los tiranos destructores y violentos del mundo, Él será «Príncipe de Paz» (9:6). 

Todavía hoy estamos sumidos en melancolía y angustia al enfrentar conspiraciones y enemigos al acecho, pero te animo a que no descanses en tus fuerzas o en los sueños utópicos del mundo pasajero. En cambio, descansa en el «Admirable consejero, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de Paz»

 

*Este es un fragmento adaptado del ebook: Noticias de gran gozo: 25 reflexiones para celebrar el Adviento. (2021, Coalición por el Evangelio), editado por Josué Barrios. Usado con permiso.

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