La Biblia, Palabra vigente.
Probablemente sepas que la Biblia es el libro más vendido del mundo. La mayoría de la gente también sabe que la Biblia contiene el Antiguo y el Nuevo Testamento. Pero, ¿sabías que es una colección de libros escrita por más de 40 autores a lo largo de dos mil años?
Incluye diferentes géneros literarios también, como narrativa histórica, salmos y cartas, biografías, documentos legales, parábolas y poesía. Fue escrita en la intersección de oriente y occidente.
La Biblia influye en culturas alrededor del mundo: en las leyes, el calendario, el idioma, la medicina, la política y hasta la publicidad. De hecho, dondequiera que miremos.
En las artes ha sido una fuente de inspiración para músicos, escultores y pintores. Hoy también se ha vuelto el centro de atención de superproducciones del cine y la televisión.
La Biblia dio forma a algunas lenguas mayoritarias como el inglés y el alemán, pero también plasmó por escrito las lenguas ágrafas de algunos de nuestros pueblos originarios, como el Qom. La Biblia es omnipresente en nuestro lenguaje a través de dichos populares surgidos de sus páginas.
La Biblia forjó las democracias modernas y la división de poderes. Napoleón Bonaparte escribió: “La Biblia no es un libro común y corriente sino una criatura viviente que tiene un poder único que conquista a todo el que se opone”. Y George Washington expresó: “Es imposible gobernar rectamente al mundo sin Dios y sin la Biblia”.
La Biblia ejerció una autoridad única sobre escritores creativos al presentarles un concepto del mundo y de la vida que afirmaba ser verdad. Miguel de Cervantes, considerado la máxima figura de la literatura española, creía como verdadero todo cuanto la Biblia dice. Gabriela Mistral, premio Nobel de literatura, afirmó: “La Biblia es para mí el Libro. No veo cómo alguien puede vivir sin ella”. La Biblia es ampliamente citada por Borges y Sabato en sus obras, y por los poetas del tango como Enrique Santos Discépolo, quien en su famoso Cambalache ve “llorar la Biblia junto al calefón”.
¿Sabías que en los albores de nuestra patria, por la labor e influencia de Diego Thomson, los niños aprendían a leer y a escribir con textos de la Biblia? Así se promovieron valores como la caridad y el respeto por el prójimo. Sarmiento, padre del aula, dijo: “La lectura de la Biblia echó los cimientos de la educación popular que ha cambiado la faz de las naciones que la poseen”.
En la Biblia hemos aprendido el respeto por la vida, la condición humana, la equidad económica y racial de las personas.
La Biblia ha tenido y sigue teniendo una influencia positiva en la cultura y la sociedad.
Como Sociedad Bíblica Argentina, junto con todas las iglesias cristianas, creemos que la Biblia y su mensaje siguen vigentes. Por eso abogamos por el lugar de la Biblia en la vida pública.