1»Cuando estén de luto por la muerte de alguna persona, no se hagan heridas en el cuerpo ni se afeiten la cabeza. Ustedes son hijos de Dios; 2son el pueblo que Dios eligió de entre todos los pueblos de la tierra, y le pertenecen».
Animales que se pueden comer
3-4Moisés continuó diciendo:
«Ustedes no deben comer de los animales que Dios ha prohibido. Pueden comer de los siguientes animales:
6»En general, pueden comer carne de animales que sean rumiantes y tengan partidas las pezuñas. 7Pero no deben comer ni camellos, ni conejos, ni liebres, pues no tienen partidas las pezuñas y Dios los considera impuros. 8Tampoco deben comer carne de cerdo, pues aunque tiene partidas las pezuñas, no es rumiante. ¡Ni se les ocurra tocar un cerdo muerto!
9-10»Pueden comer cualquier pescado que tenga escamas y aletas, pero Dios les prohíbe comer de cualquier animal que viva en el agua y no tenga aletas ni escamas, pues son animales impuros.
11»Pueden comer cualquier tipo de ave que no sea impura. 12-18Las aves que Dios ha prohibido comer, son las siguientes:
19»No podrán comer insectos que tengan alas y vivan en enjambres, pues para Dios son impuros. 20En cambio, podrán comer toda clase de grillos y saltamontes, pues son considerados puros.
21»Si un animal se muere, no coman de su carne, pues ustedes son un pueblo que pertenece a Dios y él así lo ha ordenado. Sin embargo, pueden darle la carne a cualquier extranjero que viva entre ustedes, o venderla a un extranjero que esté de visita en el pueblo.
»Tampoco les está permitido cocinar un cabrito hirviéndolo en la leche de su madre.
El diezmo
22-23»Cada año deberán entregarle a Dios la décima parte de todo lo que ustedes cosechen y produzcan. ¡No fallen ni una sola vez! Entregarán la décima parte del grano que cosechen, y la décima parte del vino y el aceite que preparen. También le darán a Dios todas las primeras crías que hayan tenido sus vacas y ovejas.
»Luego, en una ceremonia especial, ustedes comerán de esos productos. Por medio de esa ceremonia todos aprenderán a respetar y amar a Dios en todo momento. Celebrarán la ceremonia en el lugar que Dios elija para poner su santuario.
24»Pero si el santuario les queda muy lejos, y no pueden llevar la décima parte de todo lo que Dios les ha dado, 25harán lo siguiente: venderán esa parte y llevarán el dinero al santuario. 26Cuando ustedes y sus familias lleguen allá, comprarán con ese dinero toda la comida que necesiten: vacas, ovejas, vino, cerveza, y cualquier otra cosa. Entonces celebrarán una gran fiesta en honor de nuestro Dios.
Un diezmo especial
27-29»No se olviden de compartir sus productos con los de la tribu de Leví que viven en su ciudad, pues a ellos no se les dieron tierras para cultivar y a ustedes sí.
»Cada tres años apartarán la décima parte de todo lo que cosechen durante el año, y la guardarán en la ciudad. Así, los de la tribu de Leví tendrán el alimento que necesiten. No solo ellos podrán tomar alimentos de allí, sino también los huérfanos, las viudas y los refugiados que vivan en la ciudad. Si obedecen estas instrucciones, Dios los bendecirá y todo les saldrá bien».