Sofar
1-2Toda esa palabrería merece una respuesta,
pues no por hablar mucho se tiene la razón.
3¿Crees que con tu verborrea nos vas a hacer callar,
y que nadie es capaz de responder a tus burlas?
4Tú dices que tu doctrina es recta,
y tú mismo te consideras puro.
5¡Ojalá Dios hablara para responderte!
6Él te enseñaría los secretos de la sabiduría,
que son muy difíciles de entender.
Así verías que Dios no te ha castigado
tanto como mereces.
7¿Crees que puedes penetrar en los misterios de Dios
y llegar hasta lo más profundo de su ser?
8¿Qué puedes hacer,
si son más altos que el cielo?
¿Qué sabes tú, si son más profundos que el abismo?
9Son más grandes que la tierra
y más anchos que el mar.
10Si Dios viene, y arresta y llama a juicio,
¿quién habrá que se lo impida?
11Él sabe quién es mentiroso;
él ve la maldad, ¿o crees que no se da cuenta?
12El día que el asno salvaje deje de serlo,
ese día el necio entrará en razón.
13Decídete a actuar con rectitud,
y dirige tus súplicas a Dios.
14Si estás cargado de pecado, aléjalo de ti;
no des lugar en tu casa a la maldad.
15Así podrás alzar limpia la frente,
y estarás tranquilo y sin temor;
16echarás en el olvido tus sufrimientos;
los olvidarás como al agua que pasa.
17Tu vida brillará más que el sol a mediodía;
tus horas más oscuras serán como el amanecer.
18Tendrás esperanza y podrás vivir confiado;
bajo el cuidado de Dios dormirás tranquilo.
19Nada te asustará cuando descanses.
Muchos vendrán a buscar tu favor.
20Los malos, en cambio, buscarán ayuda en vano;
no encontrarán lugar donde refugiarse,
y la muerte será su única esperanza.